A menudo,
resulta difícil para el paciente la elección de usar frío o calor tras una
lesión.
Si se realiza un
correcto uso del hielo o calor se puede ayudar a reducir la hemorragia interna
producida por la lesión, la inflamación, espasmos musculares y el dolor después
de una lesión; además de acelerar el proceso de cicatrización y la recuperación.
Beneficios del
tratamiento con hielo:
-
Reduce el flujo sanguíneo, lo
cual es beneficioso en la fase inflamatoria de una lesión (es decir, primeras
72 horas después de una lesión, empeoramiento de la lesión o solicitación
excesiva de la zona lesionada) porque baja así la inflamación.
-
Reduce el dolor y el espasmo muscular.
1. Se debe utilizar durante 15/20 minutos cada 2-3 horas las primeras 72
horas después de una lesión o de su empeoramiento.
2. Combinado con el hielo se debe
hacer reposo, elevación de la parte lesionada por encima del nivel del corazón
y un vendaje compresivo.
3. Evitar calor y masajes en las
primeras 72 horas.
Beneficios del tratamiento con calor:
-
Aumenta el flujo de sangre ayudando a un mayor
aporte de nutrientes, lo cual acelera y mejora la cicatrización. (Pasadas las
primeras 72 horas de inflamación)
-
Reducir el dolor y el espasmo muscular, así como
reducir la tensión muscular y rigidez articular.
Pautas de tratamiento: ((FASE
POST-INFLAMATORIA))
- Sólo debe usarse después del período inicial de 72 horas después de una lesión.
- Debe emplearse siempre que no haya síntomas inflamatorios.
- Aplicar calor entre 10 y 30 minutos, entre 2 y 4 veces al día.
** Si el calor
se utiliza durante la fase inflamatoria (los tres primeros días), puede
aumentar la inflamación y la hinchazón, por lo que puede prolongar la
recuperación de la lesión.